Demente crónica y de mente oscura. Mecida cariñosamente por el balanceo de un sueño inacabado.



Bienvenidos.

Incluso a mí hay veces que me asusta lo mutante que puedo llegar a ser. Hipócrita, nómada, engañosa y hasta puede que un poco serpiente... pero chicos, es lo que hay. Leed si gustais, disfrutad si cabe...



miércoles, 22 de febrero de 2012

Lucidez.



Se cubrió la cabeza con un manto de estrellas de tela. Quería calentar las ideas y pensar con claridad.
Tenía toda la información que necesitaba en su cabeza... y sabía que era cruelmente certera, aunque la imagen de su imaginación le contrargumentara a capa y espada.

Mirándolo, ella podía observar que detrás de su desgarbada figura tensa y escuálida se escondía un infierno enredado por todas las fibras de su interior. Era un nudo que conectaba su parte humana y frágil con la irracional y cuasi-divina. A través de sus dedos de aguja hiriente, volvió a notar la cálida textura de su piel huesuda, pero esta vez... la herida era distinta. No quería su sangre. Quería su alma...

Ella quería recorrer con parsimonia y esmero ese camino que le llevaba de la locura a la inseguridad. Notar los colores de su ser... pasando por el miedo, la falta de estímulos en su vida; notar el bulto palpitante de su arrogancia en la parte intermedia de su pecho y rozar en su cerebro los delirios de grandeza que le estropeaba la visión de las mentalidades ajenas.
Ardía en sus ojos el deseo de superarlo todo... y ella, en el centro de ese fuego utópico sólo veía reflejado el complejo de inferioridad y la gloria arrebatada de una esencia pequeña e inexperta.
Se le antojaba inocente y apresurado. Idílico y a la vez frustrante...
Veía en él resquicios de autodestrucción científica y empírica. Veía perdición en las palabras que la boca que adoraba le dedicaba sin vacilación alguna. No era consciente de su área defectuosa... y eso, a ella le pinchaba el corazón y las ganas de amar.

Sin quererlo... empezó a entender frases que le hacían eco en el cerebro, y ahora tomaban forma para incrustarse en su percepción vital.... ahora más que nunca deseaba compartir ese manto de estrellas gris y azul bajo el que se acurrucaba cada noche a pensar en lo que no quería hacer.... quería compartirlo con él. Y quería hacerlo por él. Comenzó a desprenderse lentamente de la mitad de su moral, para así captar mejor  la afinidad de los pensamientos de él.... los que compartía con ella, y ella no sabía apreciar con exactitud.
Estrecharlo fuertemente entre sus brazos, y notar la ternura de una comprensión más allá de lo racional. Quería un contacto cósmico.

Y así, dejó de lado el loco morbo de la mutua destrucción pasional, para alcanzar un objetivo altruista y desinteresado en nombre de la complicidad humana.


5 comentarios:

Munani dijo...

No sé cómo será un contacto cósmico, pero debe sentirse rico ^^

Saludos!

Anónimo dijo...

Cuando las mentes se sintonizan, se produce una chispa, un rumor eléctrico, un flujo de neutrones que circula en ambos sentidos... es un entendimiento que supera lo físico... o lo completa.
Tus escritos tienen la cualidad de intrigar y dejar al que los lee filosofando. Por cierto, ¿la ilustración es tuya? Me encanta. Besos.

RomancePromise dijo...

Siempre me dejas perpleja... nunca tengo palabras que decirte porque mancharían el encanto de tus frases.
Tal vez sólo puedo decir que ojalá pudiéramos alcanzar ese contacto cósmico que tanto deseamos...
Un besito :)

LaCocinanta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
bche dijo...

Ohhh, Lazaro, me halaga tu comentario de esta vez :) jaja me alegra que llegue a decir algo lo que escribo ^^ y no.. la ilustración la he cogido del google xDD

MiPrincess(:, tú no manchas nada, al contrario, enriqueces mis frases con tus sensaciones! :D