Demente crónica y de mente oscura. Mecida cariñosamente por el balanceo de un sueño inacabado.



Bienvenidos.

Incluso a mí hay veces que me asusta lo mutante que puedo llegar a ser. Hipócrita, nómada, engañosa y hasta puede que un poco serpiente... pero chicos, es lo que hay. Leed si gustais, disfrutad si cabe...



viernes, 4 de noviembre de 2011

Tierra, trágame.

Tras la cortina de terciopelo verde esmeralda nace todas las inseguridades que reflejo en tu caoba esencia. Oculta tras la seguridad de una intimidad frágil y algo desequilibrada rebusco los secretos que me acerquen a tu escurridiza mente. Esa que tanto me maravilla, y a la vez me distorsiona los pensamientos noche tras noche.
Lánguida y mentirosa escondo una personalidad de humo y cieno, como medida drástica del disimulo pertinente que no te aleje de mí.
Que no se note mi desvarío.
Cuidar con esmero mis reacciones, mis actos y sobretodo mi profundo anhelo...

Aún cuando intento desesperadamente no interferir en nuestro mutuo acuerdo de silencio y oscuridad, las imágenes vuelven a mí como un shock post-traumático... Apuré demasiado al pensar que sería un ser impermeable a ti; jugué a divertirme con tus múltiples encantos, sin notar apenas lo mucho que ibas calando poco a poco en mí tu nocivo veneno.
Mecías hábilmente mis sentidos con una melodía que sabías que me engatusaba con facilidad.
Y caí...

Ahora... rota, loca, sola, y sin ti, vuelvo a tener que acostumbrarme a luchar contra una realidad con la que no me llevo bien. Busco la evasión parcial de mi parte racional, quiero dormir cada vez con más frecuencia la vocecilla interior que me dice "joder, lo has hecho como el culo... otra vez". Porque ya no hay sitio en este mundo para los soñadores. Porque todos acaban mutilados por alguna parte de su cuerpo o su esencia...
Porque tú siempre la preferirás a ella...
Porque aún no soy lo suficientemente fuerte como para enfrentarme a lo que amo y a lo que temo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"... Porque ya no hay sitio en este mundo para los soñadores..."

Los soñadores, somos unos tontos que soñamos con una realidad a medida de nuestros deseos, y, la realidad, sardónica y cruel, salvaje e indomable, se ríe de nosotros a carcajadas hirientes; desgarra nuestros sueños con sus colmillos de depredador, y cuando esos sueños solo son carroña para cuervos, los soñadores nos convertimos en muertos que andan, en siluetas recortadas de cartulina negra para un teatro de sombras chinescas movidas por la mano del destino, con el libre albedrio roto o averiado y la tristeza instalada en el pecho como un marcapasos que funciona con lágrimas. Un saludo.