Demente crónica y de mente oscura. Mecida cariñosamente por el balanceo de un sueño inacabado.



Bienvenidos.

Incluso a mí hay veces que me asusta lo mutante que puedo llegar a ser. Hipócrita, nómada, engañosa y hasta puede que un poco serpiente... pero chicos, es lo que hay. Leed si gustais, disfrutad si cabe...



miércoles, 26 de octubre de 2011

Soñando que jodemos y jadeamos.

Luz muy tenue. Casi inexistente, ocultando formas elásticas, en órbita y desfiguradas por el placer.
Tras una puerta cerrada dos cerebros descansan sus atontadas y ebrias neuronas... plácidamente.
Dos almas intercambian suspiros y ahogados gemidos en la piel del otro, dos almas con forma de humanos caprichosos, entregados a algo mucho más grande que ellos mismos, que la lógica limitada y la locura sin fin.

Un alma se tambalea entre el equilibrio racional y la cósmica espacial a la que esos dedos le entregaban.
Miraba a los dos encefalogramas planos, sumidos en un mar de sueños caldeados y pervertidos, al penetrar en ellos, como de un taladro se tratara, toda aquella pasión que se quedaba colgando en el aire. Ambiente lascivo y algo perturbador.

Un cerebro es especial, es cargante, desesperante, inexplicable, ilegible y casi imposible de dominar.
Un alma teme ese cerebro, y mientras van y vienen lluvias de caricias por dos cuerpos furtivos y prohibidos, no puede evitar llenar las sábanas con aires de sospecha y desconfianza.

Dos almas intentan llegar al orgasmo definitivo que rompa sus cuerpos en el puro sentimiento de pecado.
Dos cerebros descansan inertes a la espera de una resurrección cómoda a la mañana siguiente.
Hay que reconocer, que la escena es tétrica como poco...

Dos almas han emprendido un acto deplorable, del que ya no hay vuelta atrás. Cuando se descubre la afinidad de dos entes, el mundo implosiona en un silencio acogedor y erótico. Sí, esos silencios en los que sabes que un par de amantes se besan en la oscuridad.

Dos cerebros sueñan sin saber que están implicados en el acto. Sueñan con lenguas, dedos, pechos erguidos, vello erizado por los espasmos causados por el placer, bocas entreabiertas suplicando más y más con gemidos cómplices. Sueñan con piernas enlazadas y miembros erectos, empapados y palpitantes. Sueñan... los muy pervertidos.
Sin saberlo, los dos cerebros se masturban mientras creen soñar algo irreal, mientras dos almas elevan su esencia a los fuegos abrasadores del infierno de la lujuria y la deslealtad.
Tras una puerta cerrada se cuece un abismo confuso entre la vigilia y el sueño del que dos almas y dos cerebros se han visto inmersos sin apenas querer evitarlo.

Dos almas yacen una al lado de la otra, rendidos y jadeantes en una cama deshecha, mojada de amor y codicia; satisfechos con la notable subida de líbido retrocediendo hasta dejar a los proyectos de seres humanos en un zénit de tranquilidad y descarga emocional.
Dos cerebros reaccionan ante la visible llegada del amanecer. Resucitan, esperando el equilibrio de sus mentes... esperando que dos almas estén durmiendo, sin ruido, con la inocente visión de dos cuerpos ajenos, en dos extremos apartados en un límite moral y personal.






¡Hola! ¿Qué tal? No, no estaba muerta,
sólo que me he vuelto un poco gilipollas estos últimos meses...


2 comentarios:

RomancePromise dijo...

Increíble. Nunca dejarás de sorprenderme, tienes una forma muy diferente de ver el mundo, de vivir, de ser y cómo no, de escribir. Eres una persona única y únicamente únicos son tus textos.

Anónimo dijo...

Algunos, por inercia, clickeamos tu Blog para ver que has puesto, pero la verdad, es que si, que ya pensabamos que te habias ido por otros vientos y que no ibas a volver. Un saludo Bche, ya ves que nos acordamos, a pesar de las espantadas.