Demente crónica y de mente oscura. Mecida cariñosamente por el balanceo de un sueño inacabado.



Bienvenidos.

Incluso a mí hay veces que me asusta lo mutante que puedo llegar a ser. Hipócrita, nómada, engañosa y hasta puede que un poco serpiente... pero chicos, es lo que hay. Leed si gustais, disfrutad si cabe...



miércoles, 23 de febrero de 2011

Autodestrucción perfecta.

La ternura en sus ojos se desvaneció en un progresivo brote de locura interna, arrastrando la figura de la joven a un averno apocalíptico, inundado de paranoia y perfección corrupta.
La metamorfosis en su cuerpo y alma tornó su piel suave plumaje azabache. Notaba como su alma era consumida por la pasión y la dudosa realidad de su felicidad... un sentimiento liberador impreganba sus entrañas, fluyendo por todos los rincones de su anoréxico cuerpo.
Ojos duros y penetrantes sobre una tez de porcelana resquebrajada; mirada fija en el foco que elevaba su esencia hacia el maldito podio de la perfección.
Anhelaba sentir, deseaba notar el sufrimiento de su creación... obesionada con sus propios defectos, se entregó al éxtasis de la sinrazón de su mente.
Cayó sin remedio de la frágil línea física, para acabar en un zénit diabólico y totalmente satisfactorio; no importaba el cuerpo ni la mortalidad humana... en sus movimientos armoniosos flotaba la impactante sensación de superioridad.
Aquella débil niña quedó martirizada por la moraleja que conlleva la fama y la avaricia... pobre cuerpecillo finito... terminó sonriendo ante la plenitud de su infernal transformación.
Cayó con el telón su ansiosa intranquilidad, y se apagó su último soplo de cordura.
Suicidio puramente poético...
Romántica destrucción de la mediocridad...