Es hora de reconocerlo. Soy una mentirosa...
Cada vez que tu olor se queda impregnado en mi ropa, en mis manos, en mi pelo o en mi chaqueta... no corro a deshacerme de él como siempre digo... me aferro a él todo lo posible, y te memorizo con esmero sádicamente. Recreándome en tu tacto y forma. Olvidando mi fría textura... para fundirme en la tuya; aunque fuera en mi recuerdo.
Es la paradoja de mi vida... pensar algo, y decir todo lo contrario.
Bueno, y ahora ya... toda la verdad... a parte de ser una mentirosa, soy una cobarde que ni se atreve a decir lo que siente.
Y además... una orgullosa cabezota, porque que me lleve el diablo antes que permitir que tú lo sepas...
Fin... no hay más.
4 comentarios:
Abrir el corazón y mostrar los sentimientos nos hace vulnerables... es como otorgar al otro una especie de poder sobre nosotros, y eso, siempre nos da miedo. En algunos casos es incluso peligroso, cuando uno se abre y se hace dependiente. Es algo más común de lo que parece, todos nos escondemos un poco, nadie es del todo valiente, ni del todo cobarde.Besos.
Un poco de sinceridad nunca cae mal y muchas veces trae grandes sorpresas. Saludos!
Ojalá pudieras dejar de juzgarte a ti misma y sólo tratarte con el cariño que te mereces... es tan bonito y tan humano cómo te sientes...
Aquí me tienes, siempre :)
(L)
Esta claro que Bche, ya se a pegado otra espantada y nos ha dejado huérfanos... ¿Pero donde cojones estás muchacha?... Un beso al aire.
Publicar un comentario