Demente crónica y de mente oscura. Mecida cariñosamente por el balanceo de un sueño inacabado.



Bienvenidos.

Incluso a mí hay veces que me asusta lo mutante que puedo llegar a ser. Hipócrita, nómada, engañosa y hasta puede que un poco serpiente... pero chicos, es lo que hay. Leed si gustais, disfrutad si cabe...



sábado, 7 de enero de 2023

Sol de invierno

 Es cierto: no te vi llegar.

A lo largo de mi existencia siempre he sido "La que se conforma". La que pasa los años arrastrando una lánguida tristeza casi crónica. La que tiene que avanzar porque no queda otra.
Con la intuición entumecida, hormigueo en el cerebro, ruido en los sentidos y capas de ceniza en la piel... es difícil vislumbrar la realidad.

Es cierto: no te sentí.

Miles de decepciones tejieron una fina telaraña grisácea alrededor de mis costillas. Achicando el latido de mi pecho, devaluando la urgencia del tacto, compactando el tamaño de mis deseos.
Aunque reconozco que aquel primer contacto con tu clavícula atravesó mis huellas dactilares como una débil corriente de calidez veraniega. Seamos sinceros, no quise reparar en aquella corriente. No valía la pena.

Es cierto: me contuve.

A pesar de la coraza y el fango emocional de mi aura, fuiste abriendo un pequeño afluente de conexiones, que poco a poco, me hacían vagamente más consciente de ti día a día.

Es cierto: tuve pánico.

De aquella química devastadora.
Del abrasador contacto con tu rodilla.
De las furtivas miradas a tu perfil, tu altura y tu cuello.
De aquella risa cómplice que pudo acabar en beso.

Es cierto: todo pasó demasiado rápido.

Ahora no soy capaz de discernir con claridad los días en los que tuve miedo, dudas o reparos. Los momentos que pasamos divagando en nuestras carencias individuales, sin concluir en que lo único que necesitábamos era mirarnos el uno al otro.
Ahora sólo soy capaz de recordar aquel día en el que me senté en el borde de tu cama y en el suelo vi unas zapatillas de estar por casa de mi talla.

Es cierto: ese fue "El momento".

Y desde entonces las dudas, las inseguridades, los devaneos y adversidades cronológicas carecen de sentido alguno en mi interior.
Desde ese momento, lo único que tiene relevancia en mi lógica es lo que es cierto. Y lo cierto es que te quiero.





Sé que no es mucho. Pero este es mi regalo para ti :)



jueves, 14 de abril de 2022

Como la lluvia

 Es increíble lo adormecidos que están algunos sentimientos en nuestro interior.

Forman una red incesable de emociones, que sin remedio, nos arrastra una noche cualquiera, de madrugada, mientras las sábanas de nuestra cama se arremolinan en nuestra piel.

Ese quizás, ese instante, ese roce... esa saliva. Puede que dejase huella en mí sin a penas darme cuenta.

Y aquí nos encontramos, tras incontables días y numerosos años después, vuelves a hacer mella en mí.

Resuenas en mis pensamientos como la lluvia golpetea en mi ventana... y traes esa sensación en mi interior.

Ojalá nunca se vaya.

Ojalá vuelva el instante.

Ojalá sea real.

Como la lluvia...

Sin planificarlo, sin saberlo, sin decirlo, sin consciencia... has vuelto a llenar ese hueco en mi pecho de ardor. De impaciencia... incertidumbre, expectativas, imaginación e ilusión.

Ojalá sea real.

Ojalá los delirios de mi mente no me traicionen esta vez.

Ojalá dejes rastro y me hagas florecer...

Como la lluvia.


domingo, 21 de mayo de 2017

Sólo personal autorizado

Supongo que soy una persona con tendencias muy nostálgicas y arraigadas. No soy capaz de usar otro hueco... aunque éste que siempre consideré mío y único esté invadido y controlado.
Lo sé. Pero es el único desahogo que tengo.







Recuerdo muchos momentos en los que me he sentido humillada, rebajada, dolida y traicionada.
En ninguno de esos momentos me explotó tanto el pecho ni temblé tanto como anoche.



No es ninguna novedad. Es algo que era de esperarse.
Y no voy a decir más... el desahogo se queda a medias, pues estoy invadida.


P.D: Np, estoy bien.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Lo siento... no creo que a mí me haya merecido la pena.

domingo, 30 de octubre de 2016

El arte de perder-se

Las horas se convierten en infiernos dentro de mi mente...
Lánguida, perezosa, triste y gris. Es la historia de mi existencia.
Ver borroso, sentir a fuego, perder catastróficamente.... Perder únicamente yo.

Ahora entiendo aquel antiguo poema:
"El arte de perder no es difícil de aprender".

Y al perder... mi blando refugio se torna asfixiante y gélido. Burlón y traidor.
A veces desgarraría mi piel y mi carne por acallar mis pensamientos.
Por borrar todo de mi cerebro. Por sentir paz interior...

Ya no recuerdo lo es que es sentirse cálido sin más.
Hace ya mucho que estoy sola... sin que me abandones jamás por dentro.







Llévate lejos de mí tus miradas de culpa y compasión. Sólo me hacen sentir más patética.


lunes, 4 de abril de 2016

Y tú no

Todo cuerpo y todo ser tiene una capacidad de resistencia limitada, y es posible que yo haya alcanzado el mío.
Lánguida y dolorida busco un rincón entre mis sábanas donde acurrucar mi soledad... esa que arrastro poco a poco desde hace muuucho tiempo. Más del que puedo reconocer. Porque entonces sería irracional e incompresible y mala y tonta...
No creo que haya llegado a mi límite físico por cansancio o dolor emocional. Creo que de eso tengo espacio infinito en mis huesos...
No... no es eso.
He llegado a esa línea roja final por luz y entendimiento. Ese último "absoluto secreto" me hizo darme cuenta de muchas cosas.
Yo no me avergüenzo de lo que soy, soy perfectamente capaz de lidiar con mi propia mentira con la cabeza bien alta, porque sé porque hice todo lo que hice. Puedo aguantar las tonterías que vengan, puedo quererte hasta que me muera... pero TÚ NO. 
Ese es el detalle supremo. que ya no se trata de merecerte... sino de algo mucho más importante que a veces olvido, pero que esta vez creo que voy a ser capaz de recordar...

ME MEREZCO.

A partir de hoy... ese será mi nuevo límite físico, moral y emocional.

jueves, 12 de noviembre de 2015

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Joder, cuánta falta me haces hoy.... :(